Terrores nocturnos

miércoles, 21 de mayo de 2014

Henry Lee Lucas y Ottis Tole


Hay un dicho que dice así: “Dios los hace y ellos se juntan”; no existe mejor ejemplo de esta frase que la existencia y el encuentro de estos dos.



Henry Lee Lucas



Nació en Virginia el 23 de agosto de 1936, su madre se llamaba Nely Viola y su padre Anderson.

Viola mantenía a la familia con los ingresos de la prostitución. Tuvo varios hijos de los que se fue desprendiendo, dándolos a familiares, entregándolos en adopción o abandonándolos en orfanatos.

El nacimiento de Henry fue inoportuno y muy poco deseado; desde su nacimiento fue dejado a su suerte, privado de cuidados y educación. Su madre hacia que su hijo de corta edad viera como se acostaba con diferentes hombres; lo vestía como si fuera una niña y lo obligaba a presentarse con esa vestimenta en el colegio, donde era objeto de burlas.

De pequeño Henry sufrió un accidente en un ojo, su madre no se molesto en llevarlo al médico y acabo perdiéndolo.

Viola era una mujer extremadamente violenta, no solo con su marido, sino también con sus hijos. En una ocasión le propino tal paliza a Henry que lo dejó inconsciente 3 días, fue su proxeneta “El tío Bernie” quien llevó al niño al hospital, el pequeño tuvo secuelas durante mucho tiempo.

Su padre, Anderson, era un hombre que ahogaba sus males en la bebida; había perdido sus piernas al quedarse dormido sobre las vías de un tren. Fabricaba Whisky casero, poco se vendía por qué acababa bebiéndoselo.

Con 10 años Henry era un niño alcoholizado que acompañaba a su padre en sus continuas borracheras.

En una ocasión la discusión entre sus padres llegó a tal violencia que Anderson se marchó de casa. Lo encontraron al día siguiente muerto por congelación.

El tío Bernie le enseñó a Henry a mantener relaciones sexuales con animales y a degollarlos una vez satisfecho. Henry aprendió rápido e incluyó un extra: volvía a saciar sus apetencias sexuales una vez que los animales estaban muertos, esta segunda penetración le excitaba más que la primera.Como se verá más adelante estas enseñanzas las pondrá en práctica el resto de su vida.

Escapó de casa, pues no quería seguir viviendo con su madre. A tan joven edad y sin haber aprendido ningún oficio se dedico a robar.

Con 15 años había matado a una muchacha de 17 años que se había negado a mantener relaciones sexuales, se creé que podría tratarse de Laura Burnley, pero esto se sabría años más tarde

Entró y salió de reformatorios, hasta que finalmente acabó en la cárcel.

Al salir de la cárcel visita a su madre el 11 de enero de 1960. Se enfrascaron en una discusión. Fueron muchos años de maltratado, la ira habló a través del cuchillo de Henry que acabo en la garganta de Viola. Al ver a su madre moribunda en el suelo la violó, moriría unos días más tarde por las heridas.

Henry pasó cinco años en la cárcel pero por su conducta suicida acabo en un psiquiátrico. En aquel momento estaba en auge los tratamientos por electroshock.

En 1970 sin haber finalizado la terapia lo dejaron libre, Henry sin saber a donde ir se dirigió a casa de su media hermana donde intentaba integrarse, aun así no pudo resistirse y mató al perro de la familia.

Deseaba formar una familia y tener una vida normal; se casó con una amiga de su hermana Betty Crawford que tenía dos hijas, vio en ella una familia formada. Su mujer trabajaba y él se quedaba al cuidado de las niñas, lo que al principio podía ser el comienzo de la normalidad, sus desvíos sexuales lo destrozaron. Violaba a la mayor Kathy de apenas 9 años y obligaba a la pequeña Cindy de 8 años a mirar.

Se cansó de jugar con las niñas, abandono el hogar para tomar la carretera haciendo autostop.

Durante sus andanzas violaba a mujeres, las mataba y las volvía a violar, cuando finalizaba las descuartizaba y arrojaba sus restos.

Los asesinatos se volvieron más intensos cuando se encontró con su amigo y amante Ottis Elwood Toole.



Ottis Elwood Toole.



Nació el 5 de marzo de 1947 en Jacksonville, Florida. Mostraba un retraso mental desde su nacimiento, pero nadie se preocupo de ello. Su padre abandonó a la familia dejando al bebe en manos de una abuela que pertenecía a una secta satánica, una madre fanática y una hermana perturbada.

A los 7 años se hermana Drusilla lo vestía como una niña y se divertía sodomizando sexualmente.

Era un buen nieto, ayudaba a su abuela a recoger los útiles necesarios para hacer una misa negra e incluso la ayudaba en sus rituales, le llamaba “El niño del demonio”.

Antes de los diez años Ottis ya era un adicto a las drogas.

A los 11 años Ottis es liberado de Drusilla, la llevan a un correccional donde más tarde se suicidaría.

El pobre muchacho ya corrompido y descarriado practica los únicos valores que aprendió desde su infancia. Se hizo amante de su vecino, el cual aprovechó para hacerle todo tipo de vejaciones.

Cansado de su vecino, a los 13 años se ofrece para realizar felaciones gratis a los borrachos. A tan corta edad lo único que había aprendido en la vida era a servir de muñeco roto para otros.

En su interior crece una gran admiración hacia el fuego. Le excitaba quemar objeto y cuanto más grandes eran mayor placer sentía. Cada vez necesitaba objetos de mayor tamaño hasta llegar a quemar casas y verlas arder mientras se masturbaba.

Con 14 años se subió al coche de un desconocido, según Ottis el hombre se propasó con él y sin pestañear lo atropelló. Sin embargo esta declaración de Ottis no se sostenía después del largo historias sexual en el que él se ofrecía gratis, sin embargo por algún motivo, este hombre no le gustó.

Fue a la cárcel por robo, nunca lo asociaron a la red de incendios que asolaba el lugar.

Cuando salio de la cárcel se fue a Nebrasca donde atracó un establecimiento y mató a la dependienta Patricia Webb, sin embargo aunque había testigos metieron en la cárcel a un inocente a Park Estep que cumpliría una condena que no le pertenecía. Mientras Ottis seguía a las andadas.



Las carreteras y los condados son enormes, es muy raro que dos personas se encuentren con facilidad más aún sin conocer la existencia el uno del otro, sin embargo aquí interviene el azar o la prominencia. La cuestión es que Henry y Ottis siguiendo caminos muy diferentes en momentos totalmente distantes de sus vidas se encontraron en Florida y la atracción se vivió desde el primer momento, convirtiéndose en amantes.

Aquí empezaría una historia de sangre. Ottis era el fuerte y Henry el más inteligente, comparado con Ottis.

Viajaron juntos por la autopista I-35 que recorría el país. Este fue uno de los motivos por los que era tan complicado encontrarlos. Los cadáveres estaban descuartizados y tirados en distintos lugares, por lo que no se podía fijar un patrón exacto.

A Henry le gustaban las mujeres de ojos y pechos grandes, practicaba con ellas lo que el Tio Bernie le había enseñado, violarlas, matarlas y volver a violar su cadáver, la segunda violación era la que más le excitaba, su herramienta favorita el cuchillo o la estrangulación, le gustaba ver como la vida se escapaba.

Ottis, sin embargo le gustaban los chicos, los violaba y luego les disparaba, era mucho más sucio, pero eficaz.

Ottis aunque era un asesino peligroso, siempre cumplía con su palabra y cuando lo llamaban para trabajar durante unas semanas él siempre acudía dejando a Henry solo, el cual seguía disfrutando de los placeres del asesinato sin su íntimo amigo.

La diversión pirómana de Ottis seguía en aumento, entre los dos se divirtieron quemando una casa mientras el dueño agonizaba desde la ventana pidiendo auxilio. Para Ottis fue el mejor orgasmo.

Si estos dos asesinos eran imparables, peor fue cuando la sobrina de Ottis se apunto a esta extraña pareja. Embelesada por el encanto de Henry, Becky insistió en acompañarlos.

Tenía un cuerpo muy menudo parecía tener 10 años; de lo que se aprovechaban para su macabro jueguo. Becky llamaba a las puertas de las casas pidiendo auxilio y cuando los despreocupados dueños abrían se encontraban con la fuerza de Ottis sobre ellos. Numerosas casas fueron allanadas bajo este juego y mucha gente apareció muerta y descuartizada.

Como se suele decir tres son multitud y esto es lo que ocurrió con este grupo. Henry convirtió a Becky en su novia, lo cual creo muchos problemas con Ottis. Henry deseaba ser normal, tener una novia y una vida como las que tenían las personas a las que habían matado.

Henry y Becky se marcharon juntos a cuidar a una señora mayor Kate Rich, se hicieron pasar por amigos pero en cuando la vieja se dio cuenta de que los roces que tenían no eran los de unos simples amigos, los expulsó de su casa.

Finalmente se fueron a vivir a una comuna en Stoneburg, Texas donde Henry encontró trabajo donde vivían una vida normal. En ese momento Becky extrañaba a su familia y suplicaba a Henry ir a visitarla. El hombre no estaba de acuerdo, sabía que si ella volvía a casa, la familia la alejaría de él. Fueron tantas las súplicas de la pequeña que finalmente accedió.

En las carreteras haciendo autostop. Henrry y Becky tuvieron una terrible discusión, por un momento Becky se convirtió en su madre, le recordó tanto a ella que solo deseo silenciarla y lo hizo de la única manera que sabía, a golpe de cuchillo. Una vez muerta la violó, después diría que fue el mejor polvo que tubo con ella.

En lugar de seguir las carreteras como había hecho siempre, se fue a la casa de la anciana que habían cuidado, le dijo que Becky la necesitaba, con esta mala excusa consiguió que la vieja lo acompañara; después la mataría y quemaría sus huesos.

Volvió a la comuna al pastor Ruben Moore, a este le pareció muy extraño que Becky no apareciera, desconfiaba de Henry su instinto le decía que no era trigo limpio, aunque no se imaginaria hasta que punto.

La policía se presento en la comuna y se lo llevó. Al principio no dijo nada, se mantenía tranquilo y sereno, pero el policía que llevaba el caso, Conway, fue muy inteligente, le privó de todos sus vicios durante 48 horas, acabó confesando todos y cada uno de sus crímenes. En esa confesión se incluía a Ottis.

Ambos presos confesaron cada uno de sus delitos, desde los que hicieron por separado como juntos.

En sus confesiones nos encontramos cosas tan aterradoras como que a Ottis le gustaba comer carne y beber sangre humana, Hay una parte de su confesión que nunca estuvo muy claro. Indicaban haber trabajado para una secta satánica que violaban y sacrificaban niños. Ellos se encargaban de llevar los sacrificios y también aprovechaban el secuestro de estos pequeños para venderlos en Méjico donde los torturaban para hacer películas snuff y pornografía. Este dato nunca se pudo demostrar.

En una conversación encararon a Ottis con Henry, pensaron que se culparían el uno al otro, pero lo que hicieron fue jactarse sobre sus víctimas y Ottis perdonó que Henry matara a la joven Becky.

Se demostró la muerte de 157 muertes aunque se cree que el número es mucho más elevado, se calculan entre 300 y 900 asesinatos.

Durante el tiempo que estuvo preso Henry confesó crímenes que no había perpetuado, solo por placer. Muchos fueron los que quisieron inculparles dichos crímenes para así cerrar las largas listas de desaparecidos, pero fue el fiscal quien pese a la presión de sus compañeros y que además tuvo un juicio en el que tuvo que representarse a si mismo, demostró que Henry Lee había mentido en algunos crímenes simplemente para seguir llamando la atención pública, por una vez en su vida era el centro de atención, era un personaje televisivo, tenía todo lo que pudiera soñar, excepto la libertad.
Ottis moría en 1996 a causa de una cirrosis.

A los 64 años de edad el 12 de marzo del 2001 Henry Lee Lucas fallecía en la cárcel.