Hablamos de un hombre
muy social y trabajador. Un perfecto vecino bonachón que disfrutaba vistiéndose
de payaso para fiestas infantiles y les sonsacaba una sonrisa a los niños
hospitalizados.
Nadie se imaginaba que
debajo de esta capa de bondad se ocultaba un asesino frio y calculador que
sodomizaba y mataba a muchachos incautos.
Gacy nació en
chicago el 17 de marzo en 1942. Su padre
era John Stanley un alcohólico maltratador; su madre se llamaba Marion Gacy.
John Stanley insultaba
y golpeaba a los miembros de su familia, sobre todo a su único hijo varón. Gacy
se esforzaba para agradar a su padre, pero cada intento le proporcionaba más
palizas.
De joven se matriculó
en 5 ocasiones, los estudios no eran su fuerte; pero su persistencia y
tenacidad le ayudaron a finalizar la licenciatura de Ciencias empresariales con
buena nota.
Su primer trabajo fue en
la Compañía de Zapatos Nunn-Bush con un contrato de prácticas.
Se mudó a Springfiels,
en Illinois, donde conoció a su primera esposa Marlyn Myers. Al poco de casarse
su suegro le ofreció el puesto de encargado de la cadena Kentucky Fried Chicken
en Iowa.
Uno de sus empleados
lo denunció por intento de violación. Gacy se defendió acusando a una
asociación rival. Lo condenaron a 10 años de cárcel, pero era un hombre
influyente y práctico, consiguió salir al año por excelente conducta.
La acusación hizo mella
en el frágil matrimonio, su esposa acabó divorciándose cuando él seguía en la
cárcel.
En cuanto fue puesto
en libertad se mudó a Chicago a casa de su madre. Sus hermanas lo ayudaron
económicamente para que pudiera comprarse una casa sencilla.
Comenzó una nueva vida
como chef de un restaurante. Entablo una buena amistad con los Grexas, los
cuales organizaban frecuentes reuniones.
Conoció a Carole Hoff,
una mujer que se acababa de divorciar con dos hijas a su cargo. Era vulnerable
y fácil de conquistar. No tardaron en casarse.
Se apuntó a diferentes
asociaciones, incluso se inventó un personaje: “El payaso Pogo”. El cual acudía
al hospital para hacer reír a los niños enfermos. Su buena fe y su trato lo
convirtieron en una persona amada, querida y muy respetada.
Fue tal su fama que
apareció en la portada de una revista con el título de: “El hombre del año”.
Se interesó por la
política, ayudando proactivamente a los republicanos. Presumía de una
fotografía en la que estaba acompañado de Rosalyn Carter la primera dama. Con
el tiempo esa fotografía sería una vergüenza, pues Gacy llevaba una chapa con
la letra “S” una distinción que entregaba el Servicio Secreto a gente con
derecho a ciertos archivos clasificados.
Sus fiestas eran muy
famosas, destacaban la de temática Hawaiana y la Vaquera. Eran un gran evento
social, todo el mundo estaba invitado, unas trescientas personas podían llegar
a invadir el jardín de la casa.
Los invitados estaban
encantados, sólo hablaban de los magníficos anfitriones y de la peste que envolvía el hogar. La buena
de Rosalyn culpaba a las ratas muertas que anidaban en los recovecos del
sótano.
La salud de Gacy era
muy frágil debido al sobre peso, problemas cardiacos e incluso algún que otra
colapso nervioso. Pero ello no hizo meya en su gran pasión, secuestrar jóvenes
a los que violaba y mataba.
Las malas lenguas no
tardaron en comentar las extrañas compañías de Gacy, pues todos eran jóvenes
varones con los que tenía una relación demasiado cariñosa.
La decaída de Gacy
empieza con su segundo divorcio en 1976.
Por primera vez un
joven consigue escapar. El asesino intento atraer al joven ofreciéndose a llevarlo
a casa, ante la negativa le ofreció marihuana; pero David Daniel no se dejó
engatusar, convirtiéndose en el único superviviente del payaso asesino.
Fue la desaparición de
Robert Piest de 15 años, lo que puso a la policía sobre la pista de Gacy, ya
que fue la última persona que lo vio con vida.
La alarma aumentó
cuando la policía registró la casa de John Gacy y encontró varios artículos
relacionados con las desapariciones de varios jóvenes.
El 22 de diciembre de
1978, Gacy entra en el despacho de su abogado con total naturalidad y le relata
cada uno de sus terribles asesinatos.
En comisaría confesó
haber matado a 33 hombres. De los cuales 28 estaban enterrados en su apestoso
jardín y los otros 5 los había arrojado al Rio Des Plaines.
Los cadáveres fueron
desenterrados e identificados, a excepción de 7, que estaban en un estado de
putrefacción muy avanzado.
Algunas víctimas:
-
Timothy
McCoy
-
Darell
Sampson
-
Randall
Reffett
-
Samuel
Stapleton
-
Michael
Bonnin
-
William
Carroll
-
Rick
Johnston
-
Kenneth
Parker
-
William
Bundy
-
Gregory
Godzik
-
John Szyc
-
Jon
Prestidge
-
Mattew
Bowman
-
Robert
Gilroy
-
John
Mawery
-
Russell
Nelson
-
Robert
Winch
-
Tommy
Boling
-
David
Talsma
-
William
Kindred
-
Timothy
O´Rourke
-
Frank
Landingin
-
James
Mazzara Robert Piest
El 10 de mayo de 1994
se congregó en las puertas de la cárcel una enorme multitud que deseaba
celebrar el día en que Gacy “El payaso asesino” moría por inyección letal.
Antes de morir declaró
que su muerte no haría regresar a ninguna de sus víctimas y se despidió con un
sonoro grito: “Bésame el culo. Nunca encontrarán a los demás”
Se produjo un pequeño
incidente cuando le inyectaban los químicos, pues el cuarto tubo se solidificó
alargando la ejecución quince minutos, hasta que llegó un profesional para
solucionar el problema.
Los Objetos de Gacy
fueron subastados, incluidos unos grotescos cuadros que pintó en la cárcel.
Varios artistas de la música y el cine pujaron por ellos.
La ciencia se interesó
por su cerebro. Esperaban encontrar el motivo que había llevaba a un ciudadano
modelo a convertirse un feroz asesino. No hallaron respuesta alguna, sólo un
montón de hipótesis.
.
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